¿ Sabíais que la mermelada inglesa de naranjas que degusta su Majestad la Reina Isabel II de la Gran Bretaña, están recogidas de los Reales Alcázares de Sevilla?. Pues así es.
Hace muchos años cuando cogíamos a los chicos, los metíamos en el coche y hacíamos quinientos kilómetros para ir a ver a Rosario, nuestra querida amiga y pasábamos la Semana Santa sevillana con ella. Nos enseñaba las procesiones como solo ellos pueden hacerlo, cada rincón, cada arco, por donde pasa una procesión, esa imagen de la Virgen que parece que va a arrancar a llorar, o que está estremecida de dolor por la agonía de ver al hijo sufrir. En fin no voy a narrar ahora las procesiones sevillanas que no es el momento ni yo la especializada, pero os aseguro que no hay manifestación religiosa mas magnifica que esta.
Todo adobado con el intenso olor a azahar que inundaba las calles día y noche.
Como decía, un año que fuimos en otoño y las naranjas colgaban como lágrimas de los arboles por las calles y plazas de Santa Cruz se me ocurrió que tanta riqueza de vitamina C, podía aprovecharla ya que me enteré que los ingleses recogían todos los años el excedente de naranjas para llevarlas a su país y hacer mermelada de naranjas amargas. Me pareció otro abuso sajón y pensé que porque yo me llevara una docena a mi casa no perderían la producción los dichos ingleses. Evidentemente las recogí de los jardines de los Reales Alcázares y del patio de los naranjos de la Catedral antigua Mezquita Mayor.
Así que os envió esta receta de mermelada de naranjas amargas sevillanas.
Ingredientes:
Una naranja amarga grande por tarrito. (Seis naranjas para poder regalar).
Su peso en azúcar
Canela o vainilla
Se lavan con agua y se parten por la mitad todas las naranjas que hemos escogido, se exprime el jugo y se reserva en el frigorífico.
Se cortan las naranjas en tiras finísimas, se ponen en un recipiente de acero o cristal y se cubren de agua, dejándolas reposar durante veinticuatro horas. Pasado este tiempo se quita esta y se vuelve a cubrir de agua y se deja otro día y así hasta tres.
A los tres días se quita el agua y se añade el jugo extraído, se añade un litro de agua y se pone a hervir durante una hora. Se deja reposar durante veinticuatro horas y pasado este tiempo se pone al fuego y se añade un litro de agua y un kilo de azúcar la pulpa de una vaina de vainilla o una cucharadita de canela y se deja hervir moderadamente hasta que al sacar un poco se forme jalea.
Se separa del fuego y se echa en tarros de cristal.
Yo lo uso para añadir a mis bollos de frutas y para desayunar con las barritas de espelta y margarina orgánica.
Parece difícil, pero que va es largo pero nada mas.
!A disfrutar!
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